Sinopsis: En Koganei, Tokio occidental se narra la historia de una familia de diminutos; pequeños seres, de apenas diez centímetros de longitud, que viven en una casita oculta bajo las tablas del suelo de una mansión campestre. Los diminutos tienen la norma de no dejarse ver nunca por los humanos; sin embargo, su tranquila existencia cambia cuando la joven Arrietty, una audaz adolescente, es vista accidentalmente por Shō, un niño que se acaba de establecer en la casa debido a su delicada salud[4] . Entre ambos surgirá una fuerte amistad, pero a la vez la existencia de los diminutos se verá peligrosamente amenazada.
Arrietty y los diminutos supone la primera crítica que hago de una película de animación, quería elegir una que verdaderamente valiera la pena y puedo afirmar que, sin duda, he escogido bien.
Esta obra ha sido creada por los estudios Ghibli, mundialmente conocidos y fundados por el gran Hayao Miyazaki. Estos estudios llevan mas de 30 años dedicándose al cine de animación y sus obras siempre son consideradas como imaginativas, poéticas y emotivas.
Una vez explicadas las raíces de la película ya es hora de comenzar a analizarla.
Arrietty y los diminutos es una película dedicada a los más jóvenes pero que ha sido compuesta de una manera en que también pueda ser disfrutada por los más mayores, haciéndose una obra ideal para ver en familia.
Todo en la obra hará que estemos pegados a la pantalla desde el primer momento, ya que hay que decir que aunque no hay muchos diálogos en la película, la fotografía es tan magnífica y tan brillante que atrapa desde el primer fotograma.
Cada detalle está cuidadísimo, esto se puede apreciar en la casa de los diminutos (por ejemplo algo que me llamó la atención es que en vez de cuadros, los diminutos usaban sellos.) Hay una escena en especial en la que somos testigos de la tremenda aventura que supone para los diminutos desplazarse por la noche hasta la casa para coger provisiones, simplemente magnífico.
Los momentos de ausencia de diálogo están cargados de emotividad a los que se les suma una banda sonora preciosa que acompaña durante toda la obra.
También cabe mencionar el buen trabajo realiado con los personajes, a los que se les da una marcada personalidad sin dejar de lado a ninguno y que los hace entrañables.
Si esperáis ver una película cargada de acción y aventuras me temo que no hayaréis nada de eso en Arrietty y los diminutos, pues el ritmo de esta cinta es calmado pero no por eso aburrido, todo lo contrario, resulta un viaje fascinante.
En conclusión, esta obra va dedicada a todos los niños y a los adultos que todavía no han perdido la inocencia y quieren dejarse llevar por este mundomaravilloso que película tras película tan bien sabe recrear el maestro Miyazaki.
Hasta la próxima crítica!